Hasta 1873 la economía creció a un ritmo sostenido. Pero en 1873 hubo una desaceleración del crecimiento económico a causa del exceso de producción que no podía venderse y, como consecuencia de la baja de precios, se produjo una crisis que se llamo la gran depresión. Esta crisis dio lugar a que varios sectores sintieran una creciente sensación de inseguridad respecto de su futuro, frente a la disminución de las ganancias y del trabajo.
¿Qué fue la crisis o gran depresión de 1873?
La depresión de 1873 fue fruto de una profunda crisis industrial y también agraria. Agotado el empuje del primer ciclo industrializador – el del algodón, el vapor y el ferrocarril- eran muchos los países que en Europa y fuera de ella se habían incorporado a la nueva economía industrial. La producción había crecido tanto que en algunos sectores se crean situaciones de exceso de oferta. La agricultura europea sufre en muchos países competencia de productos (cereales, lana) mas baratos que llegan de ultramar, a bordo de transportes mas baratos. La difusión de las doctrinas y políticas librecambistas habían permitido un crecimiento sin precedentes del comercio internacional; pero la especialización internacional comenzara a considerarse una trampa cuando amenace con arruinar a los agricultores o industriales de uno u otro país. Dicha crisis se prolongó hasta 1896.
A raíz de la crisis, algunos Estados trataron de proteger su producción y muchos empresarios buscaron métodos nuevos para incrementar sus ganancias. Así entre 1890 y 1914, comenzó un nuevo crecimiento económico acompañado por una mejora en la calidad de vida, que se expandió a nivel mundial.
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